To be or not to be.

Nunca entendí a los yankees. Para ellos, ser y estar se dice igual: "to be." Pero... ¿Es lo mismo ser que estar? ¿Estar comprometido es lo mismo que ser comprometido? ¿Estar consiente es lo mismo que ser consiente?  ¿Ser maldito es lo mismo que estar maldito? ¿Es lo mismo ser engañado que, que estar engañado? ¿Estar loco es lo mismo que ser loco? ¿Estar despierto es lo mismo que ser despierto? ¿Estar aburrido es lo mismo que ser aburrido? Sí, uno puede estar triste, pero ser una persona triste es otra cosa completamente distinta. Estar seguro no es lo mismo que ser seguro, ¿no? Así como tampoco es lo mismo estar resentido, que ser un resentido ; pero si estás resentido, ¿no será porque de alguna forma lo sos? ¿Es lo mismo ser inseguro que estar inseguro? Estar inseguro es no tener certezas, pero ser inseguro es tener la certeza de que no valemos absolutamente nada. Estar impactados no es lo mismo que ser impactados, pero a veces ¡cuánto se parecen! Uno quiere ser... quiere ser el amor de alguien, el sueño de alguien, uno quiere ser alguien en la vida. Este deseo de ser nos puede confundir, y quizás al final la verdadera cuestión si era "to be, or not to be".

Mejor es sentirse mal que no sentirse.

Siento una tristeza profunda que no termina, eterna y siempre viva. Una melancolía inmortal hasta en los momentos de jubilo. Una tristeza que no me abandona, que me ahorca, me ahoga, aunque por suerte, todavía no me mata. ¿Por suerte? Que estoy diciendo, ojalá me hubiera matado ya. Querer tanto a alguien hasta el punto de llegar a volverte loca, perdiendo así tu propia identidad para poder cumplir un vago deseo. Llegar a ese nivel de locura, donde acumular paginas imaginarias creando un libro, se convierte en rutina. Aquel libro que contiene toda la información de nuestras charlas y conversaciones, anotando cada una de aquellas mentiras como si fueran un "pie de pagina". ¿Por que? Para no olvidar quien te dije que era, y poder seguir así fingiendo una nueva personalidad, porque yo en verdad no existo. Llegar a un punto en el que mi esencia es nula, porque no soy, solo parezco ser. 
Cuando al fin la melancolía se va, se me hace imposible mirarme y no ver un reflejo puramente inexistente de mi. Y luego, casi automáticamente me encuentro rogando que la tristeza vuelva, porque por lo menos quiero ser capaz de sentir algo. Ese "algo", algunas veces llega a incluir dolor, porque mejor es sentirse mal que no sentirse, y ya no siento, ya no te siento.  

Dulce agonía.

Siempre ahogo mis sensaciones, mis deseos, mis sentimientos, mis miserias, mis alegrías... hasta que se convierten en una agonía. Trato de suprimirlo todo, eternamente (o eso creía), porque es mucho menos doloroso dejar de sentir, ya que cuando dejo de sentir, empiezo a pensar. Me auto-convenzo de que eso es lo que quiero y que la vida no es justamente fácil y cerebral. Llego a esconder todo hasta llegar al punto de dejar de sentir, cuando pienso que estoy satisfecha, pero no logro convertir ese simple pensamiento en un complejo sentimiento. A veces, muy pocas veces, tomo conciencia de la irracionalidad que hay dentro de todo este pensamiento, de las cosas que hago, de la impotencia que siento en verdad, las cuales trato de camuflarlas con otros sentimientos que en realidad, no existen.
Luego de muchos pensamientos y reflexiones, logré darme cuenta que los corazones y las mentes son intratables, pequeños bastardos furtivos, que quieren algo y no paran hasta conseguirlo; aunque entre ellos no coincidan. Ilusa yo, tratando de camuflar todo esto en lagrimas, simples lagrimas. La única forma de desahogo sano que conozco (bueh, "sano" entre muchas comillas). Me inundaba una muy profunda y desequilibrada tristeza, que me presionaba las sienes de manera constante hasta el agotamiento. Esa moribunda sensación de agonía, que parecía nunca acabar de buena manera. Hasta que finalmente me logré dar cuenta, que una vez mas, la culpable de esto soy simple y llanamente yo. Adicta a vivir envuelta en una fría, cruel, y al mismo tiempo dulce, muy dulce agonía.

La amistad no existe.

Tarde pero seguro, dentro de mi absurda cabeza siempre sostuve esta idea, pero nunca tuve ningún indicio como para auto-convencerme de que esto es así, hasta ahora. Esa tal cosa llamada "amistad", en verdad, no existe. Es solo un simple, vacío y sencillo rotulo para cagar a la gente y hablar de ellos por la espalda, esconder la piedra bajo el grito de "Como te voy a hacer eso? Si somos amigos!".
Me costó muchísimo deshacerme de ese estúpido y fijado ideal que tenia dentro de mi, pero a la vez, tan convincente y cierta. Me supuso un esfuerzo enorme hacerme creer que estaba errada, poder descartar la idea de mi cabeza... finalmente casi lo logro, pero justo en ese momento, llegaron a mi vida personas para cambiar nuevamente, este nuevo ideal que ya tenia casi instalado dentro mio. Aunque yo se, que una parte de mi mente retorcida, sigue sosteniendo que la amistad no existe. 

Ni yo me entiendo, no pretendo que los demas lo hagan.

El tema conmigo, siempre fue que puedo tener ideas sumamente opuestas, y aun así, estar en equilibrio conmigo misma. Puedo pensar que tal cosa es una degeneración, y al mismo tiempo, darle una vuelta de tuerca y pensar, que quizás no es tan malo. Así, es como logro tener sentimientos opuestos respecto de personas, actividades y hasta opiniones. 
Me cuesta muchísimo definirme, aunque creo que a todos nos cuesta. Tengo una grande y razonable envidia a aquellas personas que tienen las cosas transparentemente claras desde un principio ¿Es eso posible acaso? Lo que pasa, es que después me pongo a pensar, y me resulta aburrido tener todo tan claro. 
Ahí lo tienen, casi sin querer, un ejemplo de lo que decía anteriormente, empece escribiendo que tengo envidia de la gente que tiene las cosas claras, pero al fin y al cabo resolví que me resultaban aburridos y que prefería quedarme en mi estado de confusión permanente. Nunca me decido. Ni yo me entiendo, así que no pretendo que los demás lo hagan. 

Todos jugamos un mismo juego.

Todos nacemos jugando un mismo juego llamado vida. Jugando dentro de ese tablero, pero en diferentes niveles, y cada uno de ellos, con sus distintas dificultades. Todos tratamos con la misma mierda, con el mismo infierno, solo que cada jugador, tiene así también sus distintos niveles de debilidad. Quizás no depende de uno decidir los males y pesadillas en los que nos adentramos, pero si decidir cuan mal nos hacen, cuanto nos debilitan, cuanto nos llegan a afectar y hasta que punto nos vulnerabiliza. Porque después, llega un punto en el que es demasiado fácil poseernos, manipularnos y quizás, terminamos derrotados sin siquiera haber luchado, o jugado la mitad del tablero. Es muy fácil ver que todos jugamos un mismo juego por la rutina, las leyes, la moral u obligaciones; si lo ves desde afuera es fácil darte cuenta, solo que generalmente, cuando esto sucede, ya es demasiado tarde. Pero nunca hay que perder las esperanzas, porque hay gente que ya pasó el nivel en el que estamos nosotros, ya que todos estamos jugando un mismo juego. 

Like a river of deceit.

Y llega un momento, que no aguantas mas. Sentís que todo el mundo se mantiene apoyado en tus hombros, y se te hace imposible poder soportar su peso. Cuando en un momento determinado te replanteas que, si ni-siquiera podes con tu vida ¿Vas a poder con la de otras personas? Y aquella pregunta es en vano, ya que sabes claramente la respuesta, y es un rotundo, solido y grueso no. Este es aquel momento donde explotás, se te hace imposible contenerte y empieza a invadirte una impresionante necesidad de desahogarte. De pronto encontrás el alivio mientras se aproxima un mar de lagrimas, cual Tsunami. Comienza con ese horrible nudo en la garganta, que se convierte una barrera para todo el aire que trates de tomar, por mas empeño que le pongas. Sigue con ese sentimiento de vacío en el pecho, de soledad, esa sensación de estar en falta con algo u alguien. Continua con ese horrible ardor detrás de nuestros ojos, cuando lo que tenias como una clara visión, de repente se convierte en una nube de tristeza y confusión. Termina con una lluvia, en la que se ven reflejados todos aquellos sentimientos que manteniamos encajonados dentro nuestro, y afloran como si no hubiera un mañana. Y llega un momento, en el que te quedas seca de lagrimas, como un río en un desierto. 

Encontrar la naranja completa.

"Encontré a mi media naranja" es una expresión muy común, pero ¿A que se refiere, concretamente? Se trata de encontrar a la persona que en un futuro, amaras. Aquella persona que te complete con todo lo que vos no tenes. Esa persona, la que entiende como te sentís, cuando ni siquiera vos lo haces, pero... ¿Nunca se pusieron a pensar, que a la larga o a la corta, ser diferentes no nos beneficia? Porque si, podemos tratar de aceptar al otro, o incluso aprender a hacerlo, pero siempre va a haber algo que queremos cambiar, ya sea porque no es compatible con nosotros o por otra cuestion, y simplemente, no vamos a poder. Ahora, si en cambio tratáramos de buscar una "naranja completa" no seria tan desastroso. Habría parecidos entre nosotros, así como también, diferencias. Porque todo se trata de dejar de buscar la media naranja, para así, poder encontrar la naranja completa. 

¿Que harias si fueras...?

¿Que harías si fueras rechazado? Si nunca lograras encajar en ningún lugar, ya que todas las personas que conoces te rechazan constantemente. ¿Que harías si fueras diferente? Si todo el tiempo te sentís mal por no ser igual a los demás, y como si no fuera suficiente con nuestra opinión, se suma la de aquellos terceros. ¿Que harías si fueras extraterrestre? Si todos estuvieran pendientes de vos, de constatar que realmente existís, si muchas personas no creen que realmente estas con ellos. ¿Que harías si fueras "perfecta/o"? Si estas constantemente bajo presión, solo tratando de impresionar a los demás. ¿Que harías si fueras especial? Si absolutamente todos se sorprenden al verte, atrayendo tanto buenas como malas miradas. ¿Que harías si fueras invisible? Si nadie se percatara de tu existencia, y absolutamente todos tus esfuerzos de pertenecer con ellos, son en vano. ¿Que harías si fueras...? todos alguna vez nos hicimos esta pregunta, y la verdad, es que no sabemos como reaccionaríamos. A veces pensamos que nuestra situación es muy difícil, pero no nos ponemos en el lugar del resto. Porque así, como puede parecer "fácil" para algunas personas, para otras no lo es. Todos alguna vez estuvieron enredados en un nido de preguntas existenciales, de las cuales no supieron salir, es normal. Como así también lo es, pensar que nosotros lo tenemos mas difícil que otras personas, y no es así. Por eso, la próxima vez que pienses que estas mal, ponete en el lugar de la otra persona, y vas a descubrir, que no todo es color de rosas.