Monopoly.

Empecemos por lo primero: Soy una persona tremenda-mente negativa, siempre lo fui. Me resulta sumamente remota, la posibilidad de ver un vaso "medio lleno", ya que, según mi retorcida y negativa lógica, si esta "medio" es porque ya le falta una parte, por ende ya esta algo vació. ¿Habré nacido así? ¿Me habrán hecho así?  No lo sé. Estoy constantemente asqueada por la denigrante realidad, la aborrezco, la niego, la rechazo, le temo... a tal punto, que trato desesperada-mente de encontrar alguna pequeña cosa, que llegue a reconfortarme, porque creo que esa es la única manera, de mantenerme en pie cada mañana y poder encarar un nuevo y nefasto día, y así solo así, es que logro transitar días, semanas y meses. Es siempre el mismo guion, esta hecho para nunca cambiar. 
La sociedad, es un gran Monopoly. Cada uno tiene su propio y personal juego de poder, y cada uno de estos tableros, es manejado por gente sumamente mezquina, los cuales solo están impulsados por la ambición personal. Su único objetivo, es lograr engañar a los mas débiles. Los adultos se meten con los niños y los niños mayores con los más chicos; los hombres toman posesión de las mujeres y los ricos de los pobres. Odio ver como aquellos jugadores, tratan de engañar al débil, aborrezco ver cómo los estafan, timan, y se aprovechan de su inocencia. La mayoría de los seres humanos son bastardos, abusadores, matones... todos aman oprimir e imponerse, creen que ese es su único objetivo, y que lograr eso es "consagrarse" "llegar a ser alguien en la vida"; por esto, es que denigro el inútil culto que posee el humano hacia el poder. 
A veces, me envuelvo en un mar de negatividad, malas vibras y falta de energía. Todos estos juegos me asfixian y sofocan de tal modo, que quiero y necesito huir lo más lejos posible. Mi propia personalidad, consiste en odiar a los humanos, odiar todo lo que soy... y ahí, es cuando tristemente, me doy cuenta que soy uno de ellos, y no puedo evitar estallar, porque yo no quiero formar parte de este estúpido Monopoly.