Somos lo que somos.

El mundo está lleno de sonrisas falsas, preparadas para clavarte una puñalada cuando menos lo esperes. Es una triste realidad que vemos cada día, inclusive en el ambiente familiar. La vida es un camino de competencia y rivalidad, donde no siempre gana el más honesto, si no el más astuto, falso y carente de valores. Tenemos que ser muy cuidadosos con los demás, para no dar ni un paso en falso. Aprendé a dar la cara y hacerle frente a tus problemas. Aprendé a saber expresar tus sentimientos, a tragarte el orgullo por una sola vez en tu vida. Aprendé a que no te importe lo que la gente opine sobre vos. Aprendé a decir las cosas en la cara. ¿Saben una cosa? Si, los amores pueden terminar en una noche. Los grandes amigos, también pueden volverse grandes enemigos, así como desconocidos se vuelven mejores amigos. Nunca terminamos de conocer a una persona de verdad. El famoso "nunca más" nunca se cumple y el "para siempre" siempre termina. No somos tan buenos como parecemos, ni tan malos como piensan que somos. Nunca vamos a ser lo que otros desearían que fuéramos, ni lo que queremos ser. Repito, nunca. Somos un conjunto de situaciones vividas, una mezcla de experiencias ganadas y algunas que otras perdidas, somos lo que la vida nos enseñó y nos sigue enseñando.

Acordate de esto: Siempre, te van a criticar sin motivos. Siempre, te van a odiar sin razones para hacerlo. Siempre, te van a lastimar sin darte explicaciones, te va a doler y mucho, pero las heridas pasan y aprendemos a convivir con eso. A veces, esta bueno recordar el pasado, aunque esto no tiene por que ser una carga. Gracias a todo lo que vivimos, somos lo que somos.